“Dios hará vivir en paz a quienes le son fieles y confían en él” (Isaías 26:3). El pueblo judío sufrió la invasión babilónica que destruyó la ciudad de Jerusalén, que causó la matanza indiscriminada de su población y trasladó al pueblo al exilio. Esta lamentable situación causó dolor y desesperanza en los judíos.
Sin embargo, Dios, por medio del profeta Isaías les prometió la restauración de la nación y “a quienes le son fieles y confían en Él” les aseguró que disfrutarán de una vida de “paz”. Esta palabra proviene del hebreo shalom que significa: plenitud de vida, bienestar, salud mental, satisfacción interior, éxito y prosperidad. ¡Cuánto necesitamos la paz de Dios en nuestras vidas, en la familia y en la sociedad! Esta paz no se encuentra en esta vida mundana, solamente en Dios se halla esta paz y la experimentamos cuando confiamos en el Señor Jesús y recibimos el perdón de nuestros pecados. A pesar de los problemas y adversidades de la vida, si crees en el Señor Jesús, Dios te “hará vivir en paz”.
Pregunta de aplicación: ¿He entregado mi vida y mis problemas al Señor Jesús para disfrutar de la paz de Dios?
Plan diario de lectura de la Biblia en un año: Lee las siguientes citas: