No se puede maldecir al que Dios ha bendecido

“Entonces la ira de Balac se encendió contra Balán, y chasqueando los dedos le dijo: Te mandé llamar para que echaras una maldición sobre mis enemigos, ¡y estas tres veces no has hecho sino bendecirlos! ¡Más te vale volver a tu tierra! Prometí que te recompensaría, pero esa recompensa te la ha negado el Señor” (Numeros 24:10-11).

¡El pueblo de Dios siempre ha tenido enemigos feroces y crueles! Cuando Israel fue libre de la opresión de Egipto, inició su peregrinaje por el desierto. Durante su travesía se enfrentó a otros enemigos, entre ellos “Balac”. Su estrategia fue contratar a “Balán” y recompensarlo “con creces” (Numeros 22:17) para que, por medio de “la hechicería” (Numeros 24:1) echara “una maldición” sobre el pueblo de Israel.

A cambio de esta “maldición” el rey le ofreció “pagarle sus conjuros” (Numeros 22:7). Sin embargo, cuando “Balán”, con sus hechicerías, intentó maldecir a Israel comprobó que, “contra Jacob no hay brujería que valga” (Numeros 23:23). De igual manera, le sucede a los que nos hemos comprometido con el Señor Jesús, tenemos un enemigo espiritual que nos quiere destruir, pero somos protegidos por el poder de Dios “y el maligno no llega a” tocarnos (1 Juan 5:18) ¡Gracias a Dios por su protección!


Pregunta de aplicación: ¿Llevas una vida atemorizada o confías en Dios para protegerte? ¿Te has comprometido con el Señor Jesús para que sea tu Salvador y Protector?

Plan diario de lectura de la Biblia en un año: Lee las siguientes citas:

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