“Moisés había tomado por esposa a una egipcia, así que Miriam y Aarón empezaron a murmurar contra él por causa de ella” (Números 12:1).
Miriam y Aarón, hermanos mayores de Moisés lo habían acompañado y respaldo en su servicio a Dios y a Israel. Sin embargo, cuando Moisés tomó como “esposa a una egipcia” se disgustaron y “comenzaron a murmurar contra él”. La murmuración es expresar frases negativas o críticas destructivas contra una persona que está ausente. Interesantemente, la murmuración de Miriam y Aarón tenía un argumento razonable, ya que Dios había ordenado que los israelitas se abstuvieran de contraer matrimonio con mujeres extranjeras; sin embargo, la actitud de deslealtad y la falta de franqueza fue observada por Dios y “oyó sus murmuraciones” (Números 12:2) y los reprendió diciéndoles: “¿Cómo se atreven a murmurar contra mi siervo Moisés?” (Números 12:8).
Dios desaprueba la murmuración por el daño que causa en las relaciones interpersonales, porque socava la confianza en la familia, en el equipo de trabajo o en la iglesia. Tristemente, María, la promotora de la murmuración, sufrió “una enfermedad infecciosa” (Números 12:8) por su imprudencia de murmurar contra su hermano. Desecha la conducta y la actitud de murmurar contra otras personas.
Pregunta de aplicación: ¿Cómo has superado la actitud de murmurar contra los demás? ¿Has entregado tu conducta al control del Señor Jesús?
Plan diario de lectura de la Biblia en un año: Lee las siguientes citas: