“Ustedes me respondieron: “Tu plan de acción nos parece excelente”. Así que tomé a los líderes de sus tribus, hombres sabios y experimentados, y les di autoridad sobre ustedes. Los puse como jefes de grupos de mil, de cien, de cincuenta y de diez, y como funcionarios de las tribus” (Deuteronomio 1:14-15).
Moisés es el dirigente más prominente e influyente de la historia de Israel. Desempeñó los oficios de libertador, legislador, profeta, sacerdote y estadista. Cuando Dios le ordenó a Israel que marchara para poseer la “tierra de los cananeos” (Deuteronomio 1:7-8), Moisés solicitó que “hombres sabios y experimentados” fueran sus colaboradores y ayudaran a los habitantes del pueblo a solucionar los problemas que experimentaban.
¡Trabajar en equipo daría mejores resultados! Estos “hombres” debían ser “sabios”; es decir, personas que habían alcanzado el conocimiento a través del estudio y el trabajo “y experimentados” en los asuntos de la vida. Estos “hombres” asumirían la “autoridad” y responsabilidad las funciones que Moisés les asignaría. Ellos serían representantes “de Dios” (Deuteronomio 1:17). La Iglesia del Señor se beneficia cuando mujeres y “hombres sabios y experimentados” conforman equipos de trabajo para participar activamente en la edificación de la iglesia y en la solución de sus necesidades.
Pregunta de aplicación: ¿Colaboras en la edificación de la iglesia donde eres miembro? ¿Eres un miembro proactivo de la congregación?
Plan diario de lectura de la Biblia en un año: Lee las siguientes citas: