“El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: Por no haber confiado en mí, ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado” (Números 20:12).
“Moisés y a Aarón” fueron utilizados por Dios para liberar a Israel de la esclavitud egipcia y guiarlo por el desierto. Durante esta travesía, “hubo una gran escasez de agua” y los israelitas “le reclamaron” a “Moisés y Aarón” que los metió a un “horrible lugar” donde no había agua. Ante este irrespetuoso reclamo, el Señor instruyó a “Moisés y Aarón” para “que le ordenaran a la roca” que les diera agua. Lamentablemente Moisés, con enojo golpeó la roca.
“Moisés y a Aarón”, como siervos de Dios, debieron proyectar la imagen de Dios como misericordioso y paciente; sin embargo, proyectaron la imagen -errada- de un Dios caprichoso, vengativo y rencoroso. Por esta razón, Dios decidió que no entrarían en “la tierra” prometida. El fracaso de un líder espiritual demuestra la fragilidad humana y causa tristeza en la iglesia. El líder espiritual debe santificar a Dios demostrando las virtudes de su carácter y cuidarse de un fracaso moral.
Pregunta de aplicación: Tú eres una persona de influencia ¿Estás proyectando el carácter del Señor Jesús? ¿Qué acciones prácticas realizas para evitar caer en la tentación?
Plan diario de lectura de la Biblia en un año: Lee las siguientes citas: